Proteger para progresar
La condición humana está muy ligada al progreso. En mayor o menor medida todos queremos progresar en aquellos ámbitos que nos centramos en nuestro día a día. Los padres quieren que sus hijos estudien y sean buenas personas para que les vaya bien en la vida.
La deportista entrena incansablemente para mejorar sus marcas.
El cocinero se fija en cómo cocinan los demás para que sus comensales degusten mejores manjares.
El rentista busca la manera de rentabilizar sus ahorros.
El agricultor mejora sus tierras para recoger más en cada siembra.
Y así un sinfín de actividades humanas.
Cada uno de nosotros, en aquello que hacemos, queremos progresar o ver cómo progresan quienes nos rodean.
Paralelamente, la sociedad actual ve que también debemos PROTEGER.
Proteger todo aquello que nos rodea: los espacios donde vivimos, trabajamos, estudiamos, compartimos, … donde desarrollamos nuestro quehacer diario.
Embellecer nuestro entorno: la vivienda, el pueblo, el campo, etc.
Mimar nuestras relaciones: amigos, familia, pareja, hijos, compañeros de trabajo, etc.
Salvaguardar la Tierra para entregarla a nuestros hijos mejor que la hemos recibido.
Cuidar nuestra salud, el cuerpo y la mente, con hábitos saludables: buena alimentación, ejercicio, formación, lectura, …
Amparar y defender nuestros ingresos.
Creo que debemos empezar por aquí, por nosotros mismos, para después proteger lo que nos rodea.
Creo que debemos empezar a proteger, respetar y mejorar nosotros para luego poder progresar.
Debemos defender lo que nos han dejado nuestros padres, apadrinar lo que vamos a dejar a nuestros hijos, resguardar y mejorar lo que tenemos, auxiliar al prójimo, abonanzar lo que nos rodea y, sobre todo acucharnos mucho para poder progresar.
PROTEGER PARA PROGRESAR.